FILOSOFÍA EDUCATIVA
Nuestro proyecto
La infancia es la época más significativa y valiosa de nuestras vidas. El resultado del desarrollo del ser humano no está predeterminado, por tanto, crianza y educación tendrán un gran valor. La curiosidad en el niño es el motor del aprendizaje, el núcleo de cualquier búsqueda de conocimiento.
Nuestro proyecto se
construye entre pedagogías activas y vida práctica inspirándonos también en
teorías humanistas como Montessori, Pickler, Malaguzzi, Reggio Emilia,... un método propio donde desarrollamos rutinas que inician al niño a estructurar el tiempo y a adquirir habilidades para la vida diaria fuera del Centro para así poder actuar con una mayor autonomía.
Pedagogías activas
Las pedagogías activas son un conjunto de técnicas y metodologías, cuyo principal objetivo es convertir al niño en el protagonista de su propio aprendizaje. Para ello nos centramos en desarrollar jornadas innovadoras basadas en experiencia y situaciones reales para desarrollar en los niños habilidades y actitudes significativas.
Nuestro objetivo es una educación basada en el acompañamiento emocional respetuoso y en la pedagogía activa, creativa y vivencial. Un espacio que acompañe el crecimiento y los procesos de aprendizaje de los niños hacia adultos autónomos, capaces de decidir, de pensar, de dialogar, de crear, de cuidarse y de cuidar.
Tenemos el convencimiento de que la educación necesita un cambio, de igual manera que la sociedad está cambiando. Las personas nos movemos, la sociedad está viva. Así es como nosotros entendemos la educación: viva y dinámica. Nos centraremos en un proyecto de calidad pedagógica y humana, donde se trabaja la conciencia y la responsabilidad, donde nuestros niños son tratados con respeto. Un proyecto que llega a los objetivos marcados en el currículum al final de las etapas, en cuanto a conocimientos, procedimientos, valores y competencias, pero siempre respetando los diferentes ritmos, las vivencias y experiencias de los niños, así como sus emociones y sentimientos.
Un proyecto que contempla la escuela como una extensión de casa, un espacio cálido donde nos sintamos acogidos y seguros, con unos ambientes preparados para satisfacer su curiosidad, potenciar su imaginación y creatividad, donde puedan aprender a través del juego y donde puedan relacionarse con otros niños y adultos. Basado también en la observación y experimentación, en la pluralidad de cada niño,, en sus capacidades y características, destacando que hay infinidad de estilos de aprendizaje y que cada uno de ellos debe adaptarse a la propia persona.
La forma de aprender parte siempre de los niños y de sus intereses, pero también de las propias experiencias que estos tienen. La motivación juega en nuestra pedagogía un papel fundamental, un alumno interesado es un estudiante con más predisposición hacía la asimilación de conceptos. A partir de su propia experiencia, y de forma natural, el niño aprende y se desarrolla.
El aprendizaje
El maestro es el encargado/a de crear un
entorno seguro y adecuado para el aprendizaje.
A partir de ahí, el niño manipula libremente los elementos que le permiten hacer descubrimientos. Partiendo siempre de lo cotidiano, los niños experimentan aquellos elementos que le rodean y que le permiten comprender el mundo en el que viven.
El conocimiento durante la infancia se produce
de forma espontánea, siendo la emoción del descubrimiento el motor
imprescindible para aprender.
En La Jungla nada es casualidad. El maestro es un acompañante y conector del niño. "El maestro debe adoptar el papel de facilitador, no de proveedor de contenido; el alumno es quien debe construir el aprendizaje, el maestro solo le acompaña en el camino", Lev Vigotsky.
Las propuestas realizadas en nuestro Centro
tienen un objetivo común: jugar, experimentar, divertirse y llegar a
conclusiones por sí mismos. En definitiva, dejarles explorar y potenciar esas
junglas que todos llevamos en nuestro interior.